I read the most beautiful, poetic, lyrical, evocative account of the Brazil game last year. Problem is, I think it must've been from Facebook!
With apologies to everyone else (just for you, Worzel or any other Spanish speakers on here), I'm reproducing it below. Demasiadas palabras.
SOBRE EL F?TBOL (BRASIL VS CHILE: EL PRISMA DE LA MELANCOL?A)
Intento escribir por en?sima ocasi?n el retrato de las emociones que me vienen atormentando desde ayer, tal cual como si la escritura fuese una especie de arte terap?utico capaz de anestesiar los dolores, o una especie de exorcismo transitorio que posibilita darle un sentido provisorio a lo absurdo. Pero no. No puedo organizar una narraci?n acerca del acontecimiento del cual fuimos testigos ayer. Pareciera ser que cada vez que hago el esfuerzo de volver a la imagen del arco sur del Mineirao todo se torna opaco, confuso, fantasmag?rico.
Sin embargo creo debe ser as?: los sentimientos, a?n a flor de piel, trastocan cualquier posibilidad de armon?a y coherencia en el relato literario. Y no es que la realidad supere a la ficci?n, sino que lo acaecido ayer en Belo Horizonte fue una fisura, una grieta, un peque?o agujero presentado en las ocres y fr?as paredes de dicha est?pida realidad. Y a trav?s de esa grieta la fuerza de lo maravilloso se logr? filtrar para hacernos vivenciar una experiencia capaz de romper con la monoton?a y el hast?o de la cotidianeidad m?s burda. No se trat? de una mera derrota que s?lo nos obligue a reinventarnos para salir a ganar el pr?ximo partido. Tampoco de una victoria moral a la cuales tanto nos acostumbraron los periodistas deportivos durante d?cadas.
Establecer los t?rminos de la discusi?n bajo par?metros de derrotas y victorias es muy pedestre. En el nivel competitivo del deporte se gana o se pierde, pero ese nivel competitivo es el menos interesante. Es en el f?tbol como fen?meno po?tico, en el f?tbol como canalizador del sentido est?tico de la existencia, en el cual no se gana ni se pierde un partido: se comprende el ser.
Lo que verdaderamente empec? a comprender ayer, y a lo cual a?n no termino de darle forma, es una paradoja. Lo que empec? a comprender ayer es que aquel remate de Pinilla en el ?ltimo minuto del tiempo suplementario se recordar? por generaciones en un pa?s como el nuestro, que habr? algo de irrepetible en esa gesta de los hombres de pecho rojo, que habr? algo de irrecuperable en su sudor, de ?nico en el aliento contagioso de millones de chilenos. Esa paradoja consiste en nuestro deseo no correspondido pero que recordaremos con orgullo, en nuestro anhelo frustrado que embelesar? nuestra memoria. Paradoja la cual hace emerger una dimensi?n m?s profunda y est?ticamente contradictoria: la melancol?a. En efecto, la melancol?a se basa no s?lo en una simple depresi?n exterior, sino en un orgullo extra?o, en una identificaci?n especial, en una voluntad dirigida a amar el sufrimiento que nos es dado y el cual sabemos que no deber?amos amar. La melancol?a se manifiesta en un estar orgulloso de algo que la rudimentaria l?gica del sentido com?n no comprende; es una versi?n tenue y espiritualizada de masoquismo, una afirmaci?n t?cita de la contradicci?n, un terreno metaf?sico donde logran convivir el placer y el dolor.
As?, la recepci?n de este partido de f?tbol, justamente por trascender el campo de la derrota y la victoria, es decir, por someter los valores deportivos a valores est?ticos, nos reporta la s?ntesis de ambas: la conjunci?n misteriosa entre la derrota y la victoria, o sea la melancol?a. Melancol?a que, si se vislumbra en t?rminos de identidad social, viene a oponerse al estado an?mico que a?sla los dos polos en nuestra tan caracter?stica tendencia hacia el extremismo (nunca hemos sido los mejores ni los peores, pero s? nos lo hemos cre?do) para congregarlos en un solo momento, para sintetizarlos. Amar la belleza del dolor espiritualizado implica tener el suficiente talento de sacar un bien de un mal, implica poseer el m?rito de sensibilizar la mirada, contar con un alma robusta para transformar la hambruna en meditaci?n, en fin, cambiar el prisma desde donde se contempla el mundo.
En resoluci?n, creo que despu?s de este partido se nos abre otra alternativa ?ptica bajo la cual mirar el f?tbol. Ya no dependiente de categor?as binarias, bajo los par?metros simplistas de la dicotom?a derrota / victoria en sus versiones extremas (ni como los peores o ni los mejores), sino como tensi?n pac?fica entre ambos componentes: como melancol?a. Y, con ello, tambi?n se abre el posible acceso a una forma superior de sentir: como poeta. Aunque sea s?lo por un par de d?as.
Posted By: thebigfeller, Jun 3, 07:23:23
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